lunes, 18 de febrero de 2013

Muerte y levitación de la ballena



En  pausado sueño veo caer la ballena

230 toneladas de carroña o alimento cayendo
230 mundos de gravedad empujando hacia abajo
230 infinitas toneladas de vértigo
mecidas, en cámara lenta, por imperceptibles corrientes oceánicas
Inmensa, poderosamente muerta, la ballena

Pareciera que su caída suscitara el abismo
en que está cayendo 

Como el gran mulo de Lezama va cayendo en el abismo la ballena
Como Lezama mismo
ornamentado con la majestad de todas sus grosuras va cayendo

A los 20 niveles de profundidad la ballena
ha perdido ya  sus dos aletas
Eficaces mandíbulas lo atestiguan
Seres sin ojos la miran caer
Seres sin bocas raen su densa carne
Muchos años tomará el proceso de descarnamiento total
de la ballena.
hasta que al fin alcance su más recóndita blancura
Me digo en el sueño
Pero, ¿en realidad cae, está cayendo la  ballena?
¿Cómo saber con certidumbre  si un cuerpo está cayendo
 sobre el mundo
o si es el mundo  el que se está elevandose/cayendo
sobre dicho cuerpo?
Este inusual tipo de preguntas ya lo han afrontado
algunos estudiosos  de la nueva física
Menos extrañeza produce tal pregunta si las cosas ocurren
en un pausado sueño

Terrible,  blanca ballena
lábil rastro de espuma cayente, muéstrame tu no visible 
belleza

Invoco sonámbulo
Y por un instante la puedo ver detenida en su caída
suspendida, palpitante
elevándose como asombrosa flor del abismo, en el vasto 
esplendor del vacío

Pero, ¿en realidad, levita, está levitando la ballena?

Esto  casi equivale a preguntarse, rayando los umbrales
del lugar común
¿Cómo saber con certidumbre cuál es el verdadero sueño 
el sueño del soñante o la vigilia del vigilante?


Talvez 
todo se funde en el poder germinal  de las imágenes
como asegura Bachelard

Es decir, el  sueño vigilante, es decir, la vigilia soñante

Es decir, en fin
ese misterioso lugar donde también la ballena 
pudiera  vernos caer o ascender en  pausado sueño.

Por Romulo Bustos Aguirre


 











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